sábado, 10 de abril de 2010

骥不称其力,称其德也

骥不称其力,称其德也。臣有二马,故常奇之。日瞰豆数升,饮泉一斛,然非清洁宁饿死不受,介胄而驰,其初若不甚疾。比行百余里,始振鬣长鸣,奋迅示骏,自 午至酉,犹可二百里;褫鞍甲而不息、不汗,若无事然。此其为马,受大而不苟取,力裕而不求逞,致远之材也。值复襄阳,平杨么,不幸相继以死。今所乘者不 然。日所受不过数升,而秣不择粟,饮不择泉,揽辔未安,踊跃疾驱,甫百里,力竭汗喘,殆欲毙然。此其为马,寡取易盈,好逞易穷,驽钝之材也。
--节选自 南宋·岳飞《金陀粹编》
译文:
良马不以它的力气为出名,而以它的品质出名。我有两匹马,所以经常以之为奇。每天窥视 它食豆数升,喝水十斗,然而不是清洁干净的宁愿饿死也不吃,披甲戴盔奔驰,一开始好象不是很快。等到跑了一百多里后,才开始挥动鬣毛长声鸣叫,奋振四蹄迅 速奔跑,从午时到酉时,还可跑两百里;脱下鞍甲不喘息、不出汗,就好象没有事的样子。这马,吃的多却不苟且随便接受食物,力气充沛却不追求逞能炫耀,是到 达远路的良材啊。到了返回襄阳,平定了杨么,不幸相继死去 。现在我所骑的就不一样了。每日所吃不超过数升,饲料不挑拣粟米,喝的也不选择泉水,收紧缰绳就开始不安,跃跃欲试,迅速奔跑,刚到一百里,力气竭尽,汗 水淋淋,气喘吁吁,几乎死去的样子.这马,少吃容易饱,喜好逞能容易竭尽,是劣马啊。

Comprensión

Comprender es entender al otro. Es verse en el otro. Es entender que nosotros y los demás somos seres que poseemos personalidades más o menos imperfectas, ciegas y rebeldes y que aún así podemos convivir plenamente.


Comprender cabalmente a un se humano está muy lejos de ser fácil, realmente es muy difícil. Cada individuo es una combinación complicada de elementos diversos e innumerables, que emanan de muy distintas fuentes. Existen en diferentes niveles, actúan y reaccionan mutuamente, has constituir una nueva y excepcional combinación.


La mayoría de las palabras y acciones que hieren comúnmente, atribuidas a la maldad y al deseo de dañar, se debe en especial a la incomprensión.


Lo que no comprendemos lo menospreciamos y condenamos. De esta actitud negativa de censura surge fácilmente el prejuicio, el antanogismo y el odio.


Esto ocurre entre individuos, naciones, razas, y en quienes, pretendiendo ser religiosos y espirituales por ser sacerdotes o instructores, tendrían que dar ejemplo de amor y fraternidad.


Un ejemplo típico de esta actitud está representado en la palabra rusa <> empleada para designar a los alemanes. El significado real de esta palabra es <>, demostrando que los rusos consideraban estúpido al extranjero que no hablaba su idioma.


La falta de comprensión no sólo perjudica sino que despierta un antagonismo muy amargo y un violento resentimiento en el incomprendido. Como dice Keyserling: <>. Así se crea una larga cadena de incomprensiones, resentimientos y luchas.


Para practicar la comprensión hay que evitar la crítica, el menosprecio, la envidia y el antanogismo. Lo mejor será colaborar amorosamente con el alma, derramando nuestro amor y entendimiento sobre los problemas y luchas de los que nos odean.


Un corazón que escuche


Un psicólogo atendía una consulta en un hospital donde la mayoría de sus pacientes eran adolescentes. Un día le derivaron un joven de 14 años que desde hacía un año no pronunciaba palabra y estaba internado en un orfanato.


Cuando era muy pequeño, su padre murió. Vivió con su madre y abuelo hasta había un año; cuando tuvo 12 años muere su abuelo, y tres meses después su madre en un accidente. Sólo llegaba al consultorio y se sentaba mirando las paredes, sin hablar.


El psicólogo comprendió que el dolor del muchacho era tan grande que le impedía expresarse, y él, por más que le dijera algo, tampoco serviría de mucho.


Optó por sentarse y observarlo en silencio, acompañando su dolor. Después de la segunda consulta, cuando el muchacho se retiraba, el doctor le puso una mano en el hombre :<> El muchacho sólo lo miró y se fue.


A la semana siguiente, el doctor lo esperaba con un juego de ajedrez. Así, pasaron varios meses sin hablar, pero notó que David ya no parecía nervioso.


Un día mientras el doctor miraba la cabeza del muchacho cuando él estudiaba agachado en el tablero de ajedrez, estaba pensando sobre lo poco que los hombres saben acerca del misterio del proceso de curación. De pronto David alzó la vista y lo miró y le dijo: <>.


Ese día empezó a hablar, hizo amigos en la escuela y comenzó una nueva vida, su vida. Posiblemente el médico le dio algo, pero también aprendió mucho de él. Aprendió que el tiempo cura; a estar presente cuando alguien lo necesita; a comunicarnos sin palabras.


A veces sólo basta un abrazo, un hombre para llorar, una caricia; un corazón que escuche.



Para promover la comprensión

Para fomentar este valor, podemos:
  • Entender que somos distintos y aún así iguales. Esto quiere decir que aún con las diferencias que podemos exponer en nuestras personalidades, al final de cuenta somos seres humanos que poseemos las mismas inseguridades, alegrías y dificultades que el resto de las personas.
  • Practicar la tolerancia. Cuando creas que lo que se dice está mal dicho, es erróneo o no es entendible, trata de ser tolerante. Sólo con la paciencia podemos explicarnos mejor, nos dejamos escuchar y no herimos a nadie por una simple definición.
Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación. Proverbio árabe.


Compasión

La compasión es una virtud que se deriva del valor del amor. La verdadera compasión consiste en percibir la angustia ajena y hacerla nuestra.

La compasión no puede esperar, hay que actuar en el preciso instante en que alguien nos necesita. Muchas veces es más cómodo no involucrarnos en la angustia de los demás, bajo pretexto de que somos discretas y prudentes; cuando en realidad, lo que sucede es que estamos siendo controladas por nuestro egoísmo.

La compasión puede ser algo tan simple como escuchar a alguien contarnos sus problemas.

La compasión ha de ser encontrada en actos tan simples como escuchar, compartir y recordar.

Cuando nos proponemos llevar un estilo de vida compasivo, nuestros sufrimientos y nuestros fracasos asumen nuevo significado.

Podemos empezar a verlos como requisitos para poder entender el dolor de los demás y para saber qué acción tomar para causar alivio.

Hay tiempos en los que las personas sólo pueden encontrar consuelo en la voz de alguien que ha experimentado su mismo pesar.

Una actitud de compasión no significa mirar a alguien desde una posición de superioridad, sintiendo pena por su miseria. Es un sentimiento de empatía hacia otros seres humanos iguales a nosotros y su base es el respeto.

La compasión es como un cómodo salón, bien iluminado, al que invitamos a entrar a un amigo.

En él nos sentamos a dialogar sobre la vida como iguales, a aprender el uno del otro y a esforzarnos por mejorar, juntos, la vida de ambos.

"Cachorritos en Venta"

Este era el anunio colgado a la puerta de una tienda. Entre los perritos había uno con una cadera defectuosa y cojo.

Ése era precisamente el que el niño quería comprar.

El dueño se lo regalaba, pero el niño estaba empeñado en comprarlo, pues tenía el mismo valor que los otros.

Como el hombre insistía en que ese perro jamás podría correr, saltar y jugar como los otros perritos, el niñito se agachó y le mostró su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal.

Miró de nuevo al hombre y le dijo: "Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará a alguien que lo entienda".

Practica la compasión, no la lástima. Aprende a ponerte en el lugar del orto y la vida se te hará más bella.

Para promover la compasión

Para formentar este valor, podemos:
  • Trata de ponerte en el lugar de la otra persona. Cada vez que escuches sobre algún problema, alguna dificultad, por más pequeña que parezca, trata de pensar cómo te sentirías y de lo bien que sería que alguien hubiera a tu lado.
  • Aunque no tengas la solución, siempre escucha. La compañía, el silencio, el estar al lado del otro, son los requisitos básicos de la compasión.
  • Sé solidario con los demás. Así, viéndote como grupo y no como individuo, podrás aprender que la pena de uno, es la pena de todos.
Ten compasión del soberbio. Quizás lo que hincha su pecho no es soberbia, sino angustia.
Constancio C. Vigil